El pasado viernes celebramos en el colegio un misa en la que algunos de los alumnos del colegio que este año han tomado su primera comunión han tenido un protagonismo especial.
Desde el colegio se les invitó a ellos y sus familias a celebrar una nueva eucaristía para darles la oportunidad de compartir este momento tan especial con sus amigos de clase, sus profesores y las hermanas del colegio.
Estamos convencidos de que la primera comunión debe abrir la puerta a muchas más y convertirse en algo necesario y frecuente en la vida de los alumnos y sus familias. Por eso desde el colegio queríamos acompañar a sus familias en este camino en el que solo han dado los primeros pasos.
Y es que como muy bien nos dijo don Fructuoso, debemos conocer el pin, cargar la batería y así podremos llegar a la 125 comunión, que es la que tiene mérito, mucho más que la primera o la segunda.