Sin duda vivimos en una era revolucionaria, en este caso de la comunicación y de la forma en que nos comunicamos. Este cambio no sólo afecta a los dispositivos o herramientas, sino que abarca un cambio de la sociedad, de las formas y maneras de ver y vivir la vida, de entablar relaciones con el entorno, la forma de convivir y el tipo de información que intercambiamos.
El uso de las Tecnologías de la Información (TIC), empezando con el ordenador y seguido de los dispositivos móviles, se ha generalizado de tal forma que es imprescindible en la actualidad. Por eso, los centros educativos no podemos seguir haciendo nuestra labor si damos la espalda a esta nueva realidad. Debemos ver este cambio como fuente de aprendizaje y recursos para que nuestros alumnos aprendan, no sólo conocimientos, sino a utilizar las herramientas TIC de la forma más adecuada.
Cuando los docentes y alumnos utilizamos herramientas digitales en el aula se introduce una nueva dimensión que debe tenerse en cuenta tanto por los docentes como por el centro: la optimización de los recursos existentes dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Esta nueva situación nos exige la elaboración de un “Plan de Integración de las TIC” que nos permita acercar tanto al alumno como al profesor al ordenador y a los dispositivos móviles de manera sencilla, directa, eficiente y segura. Este plan no hay que entenderlo como aquel que “lleva el ordenador al aula”, sino como el que “convierte las TIC en herramientas eficaces en manos de los docentes”, mejorando la calidad de la educación que ofrecemos día a día a nuestro alumnado.
Por lo tanto, este “Plan de Integración de las TIC” debe ser entendido como un recurso más a disposición del profesorado, y que está encaminado a potenciar las nuevas tecnologías como una herramienta más dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, además de desarrollar en el alumnado las competencias necesarias para la utilización de las nuevas tecnologías (ordenador, internet, dispositivos móviles, etc.) de la forma más adecuada y segura.
Estamos seguros que es necesario, en este punto, recoger en un plan de trabajo unificador las líneas básicas de actuación, consensuadas y asumidas por toda la Comunidad Educativa, y potenciar la integración curricular de las TIC, convirtiéndolas en un instrumento útil para el desarrollo diario de la tarea educativa.